Como bien sabréis los que me conocéis, uno de mis mayores placeres es descubrir (y haceros descubrir) a jóvenes bandas, tanto locales como internacionales, que mantienen viva la llama del rock.
Y en esta ocasión os presento a Voodoo Vegas, quienes gracias a su disco de debut, The Rise Of Jimmy Silver, llevan un año sonando periódicamente en mi equipo de música. Y es que todos los que os jactéis de apreciar elepés como “Appetite for Destruction”, “Cocked and Loaded” o cualquier otro que suene a Sunset Strip en la segunda mitad de los 80’, deberíais haceros un favor y darle una oportunidad a estos jóvenes británicos.
Desde el comienzo con una breve intro que da paso a King Without a Crown, tema adictivo donde los haya, hasta Jimmy Silver, con el que cierran este gran trabajo, nos encontramos con un despliegue brutal del mejor hard rock de inspiración angelina que se puede escuchar en la actualidad. Sus riffs eléctricos te hacen pensar en el gran Izzy Stradlin, como podría ser el caso de Bullet, que puede recordar a clasicazos de la talla de It’s So Easy, o Ferry Song, que suena a Move To The City por todos lados. Pero no entendáis esto como una copia de los Gunners, que no lo es, sino como una inspiración en uno de los mejores grupos de la historia para hacer algo propio.
http://www.youtube.com/watch?v=NLHxLJpLqps
Pero no todo es electricidad y caña. Así, por ejemplo, What I Pay es un tema acústico absolutamente delicioso y Lost In Confusion es una clásica balada hard que hará que saques tu mechero en alto el día que tengas la oportunidad de disfrutar de uno de sus, por lo que cuentan las crónicas, incendiarios conciertos.
Otro hecho que hace que la comparación con los Guns ‘n Roses clásicos sea inevitable es la peculiar voz de su cantante, Lawrence Case. Con él, al igual que ocurre con Axl, no hay término medio, lo amas o lo odias. Y yo lo amo.
Por mencionar un punto diferenciador con respecto a Guns ‘n Roses, diría que los temas de Voodoo Vegas son en general más rápidos, acentuando ligeramente esa ligera vena «punk» (con comillas) que tenían los de Hollywood. La producción también es algo más cruda que la de los discos de Slash & Cia., lo que ayuda más si cabe a acentuar el punto anteriormente comentado.
En resumen, un disco que no va a cambiar la historia del rock, pero que a mí me está haciendo disfrutar mucho en los últimos meses. Llevo casi un año a dos o tres escuchas mensuales y aún sigo, por lo que algo deben tener estos chicos.
Keep on Rockin’!
Dr. Pretorius
