Visitando el Primavera Sound (en Polonia)
Como cada año se repetía en la ciudad de Katowice el OFF Festival, festival alternativo tan vanguardista como puede ser el Primavera Sound y con una variedad musical que sigue caminos muy similares que el citado festival español.
Aunque la oferta es muy variada, con 4 escenarios en los cuales siempre hay conciertos en 2 de ellos simultáneamente, la capacidad financiera del festival seguramente es mucho menor y los atractivos menores de Katowice no pueden competir con una ciudad como Barcelona.
Eso si, en una cosa compiten muy bien y resultan ganadores. Los precios de los abonos son seguramente 4 o 5 veces más económicos que el Primavera. Lo que te permite ir a ver un festival de 3 días por unos 50€. Olé por el OFF Festival!!!
Los precios de las consumiciones fueron un poco mayores pero al fin y al cabo, 2€ por una cerveza de medio litro siempre estaríamos dispuesto a pagar en España.
Pasando al terreno estrictamente musical, este festival lo encaro siempre como un lugar donde descubrir nuevos grupos y oír algunas propuestas conocidas pero que no tuve ocasión de presenciar en directo con anterioridad.
El primer día (viernes) tenía para mi un poco menos de interés y al tener que ir después de trabajar, no pude presenciar muchos grupos.
Con el primero que empece la jornada fue con The Black Lips, rock mezclado con psicodelia y unos toques de locura en la puesta en escena me gustaron bastante pero, como casi siempre, apareció una clásica tormenta de Agosto en Polonia que nos amargó la tarde.
Una de las ventajas del OFF es que 2 de los escenarios se encuentran cubiertos por carpas (en concreto, me refiero a la zona ocupada por el público) y así resulta más sencillo guarecerse en algún sitio (aún recuerdo con dolor la tormenta que me arruinó completamente un día del Brutal Assault)
Tras guarecernos en una de las carpas donde tendría lugar el siguiente concierto, tocaba esperar. El siguiente grupo que pudimos ver fue Oranssi Pazuzu, unos finlandeses a los que ya tuve la suerte de descubrir en el Asymmetry Festival en la ciudad de Wrocław hace unos años, en esa ocasión me quede sorprendido por la propuesta de los entonces pipiolos con su Black metal atmosférico. Ahora, tras 3 álbumes en su haber he de decir que el Black metal primigenio ha quedado como una de las múltiples influencias de su música.
Propuesta muy del gusto de este tipo de festivales que se suelen fijar en la atmósfera que transmiten los grupos que en la parte visual (que en algunos casos también es muy importante).
Concierto contundente, sin fisuras y que refleja la calidad de la banda.
Como último plato del día, decidimos que la opción era ver a Protomartyr, una de las propuestas del sello Sub Pop (ese sello del que salieron unos muchachos ligeramente famosos llamados Nirvana) que realizaba las funciones de «Curator» (como una especie de gurú que nos guíe y muestre los grupos que no conocemos). Una inspiración clara de Joy División en lo musical, una mezcla de estilos en los visual (como si hubiesen cogido una persona de cada estilo musical distinto) y un cantante más pendiente de disfrutar de la cerveza que tenía en la mano que de cantar. Una absoluta dejadez en lo vocal y en la presencia escénica que me planteo el camino de la cama al que se referían los Siniestro Total como el mejor camino.
El día siguiente se prometía mucho mejor que el anterior, especialmente si teníamos en cuenta que el primer grupo que íbamos a ver es uno de los que más controversia genera a su alrededor dentro de lo que puede llegar a aparecer en un festival de este tipo. Pero antes de «Ellos», tuvimos tiempo de ver a Hookworms.
Se trataba de una de las propuestas musicales que me recomendó mi gurú en este tipo de grupos que flirtean con el pop, el rock y en general con lo que no se acerca tanto al metal; Mr Peter Blackearth.
Una amalgama de estilos muy divertida y muy enérgica, con un teclista y cantante poseído por el espíritu de la fiesta y el resto de grupo conjuntados de manera compacta.
Cómo definir su propuesta es algo que me resulta difícil de describir, sólo se que me lo pase muy bien en su concierto y que pude hacer un poco de calentamiento previo.
Por que lo siguiente que nos ponía en bandeja el menú del OFF festival era la actuación de Deafheaven, uno de los grupos (junto con Beastmilk) que últimamente más he oído que conectasen dos palabras tan distintas en principio: Hypster y Metal (o más exacto, Black metal)
Para quien pueda desconocerlo hay una tendencia dentro del Black metal, que tocan ese estilo pero no precisan disfrazarse o pintarse para ello. Grupos como Deafheaven, Altar of Plagues, Wolves In The Throne Room, hacen que los puristas del género del Black Metal se rasguen las vestiduras ante la gente que declara tocar a Black Metal. Tanto una propuesta como otra es perfecta, si lo que te interesa es la música. A mi el resto de la pelea no me interesa en absoluto, lo dejo para los infelices integristas.
Del mismo, el fenómeno Hypster se ha convertido en un término más o menos manido con el que describir todo aquello que el gran público no conocía y que de repente, se pone de moda. Pero para el Hypster, lo más importante es ser el primero en saber de algo que la masa no conoce, lo que lleva a las divertidísimas entrevistas que se pueden encontrar de programas de humor enviando gente a la puerta de los festivales a preguntar por nombres de grupos inexistentes a los que los Hypster declaran conocer sin duda.
Pues resulta que Deafheaven tienen la suerte (o la desgracia) de entrar en los dos sacos, por lo que les caen de todos los lados. Y cual es su propuesta, un Black Metal agobiante y melancólico que en mucho pasajes me recuerda al Post Rock emocional de mis adorados Japos de Envy y que es fantástico.
El guitarrista de la banda salió a escena con una camiseta de Behemoth (banda de Black Metal polaca) lo que seguramente le permitió ganarse algunos amigos para su causa. Por otro lado el cantante con todo su bonito atuendo, he de decir que me resulto ligeramente desagradable la cantidad de secreciones que expulso a lo largo de su actuación.
La actuación, en lo musical, fue fantástica y con un nivel sublime que culminó con el cantante sobre los brazos del público y volviendo loco a la seguridad del escenario. Tras verlos en directo, puedo imaginarme que los demonios que tienen por dentro deben ser de cuidado. Concierto digno de ver, eso si, no se cuánto durara un grupo como este (supongo que hasta que la ira les explote)
Tras esa experiencia pasamos a otra experiencia catártica pero con otras raíces en su música. Bo Ningen es un grupo japonés afincado en Londres y del cuál pude presenciar algunas canciones como teloneros de The Cult. En esta ocasión, un concierto completo con toda su intensidad con los movimientos alocados de sus componentes. Debo de decir que cada vez que los veo me traen a la memoria a otros japoneses empapados en ácido lisérgico como son Church Of Misery
La verdad que cada banda japonesa que he tenido la ocasión de presenciar en directo son algo completamente distinto de lo habitual (Church Of Misery, Bo Ningen, Mono, Envy, Melt Banana). Como se suele decir cada vez que ves uno de estos grupos japoneses te dejan con el culo torcido.
A continuación, en el escenario grande tocaban The Notwist, un grupo bastante poblado sobre las tablas pero que no me aporto gran cosa. Se veía que a la gente le gustaba pero no era mi estilo y no era de ese tipo de grupos que me atrapan.
Tras dejar pasar a otros grupos que hubo en la pausa, nos tocaba ver a uno de los cabezas de cartel del festival The Jesus & Mary Chain.
Como nunca estuve conectado a estos grupos con anterioridad, me resulta difícil pillarles el punto cuando los veo en un festival a las tantas de la noche y cuando has visto otros grupos dándolo todo.
Seguro que colmaron los sueños de muchos de los que estaban presenciando el concierto pero no era mi grupo. El sonido era genial, con potencia y claridad en todos los instrumentos pero me faltaba algo que me dijese que estaba viendo el concierto que necesitaba en esos momentos.
En general he de decir que los cabezas de cartel en este festival no siguen mis preferencias musicales y por ello, mis prioridades suelen estar entre las 16 y las 20 horas, llegado ese momento hay otra gente que disfrutara más que yo con esos grupos. Por ello, tocaba hora de retirada para afrontar con ganas el último día de festival.
El domingo, comenzaron para mi las hostilidades a eso de las 15 con un grupo local muy en la onda de Deafheaven y que me gustaron tanto o más que los citados.
El grupo se llama Thaw y su presentación en directo me dejo altamente satisfecho, como ocurrió en días anteriores (quien me iba a decir que podría ver, en un festival eminentemente pop, 3 actuaciones de bandas afines al Black Metal).
Tras el concierto de Thaw, ya me dedique a aprovechar para ver a diversas bandas sin estar en todas sus actuaciones pero pudiendo catar un poco del sabor de cada una.
Jonathan Wilson con su propuesta de Rock americano que es popular en el Azkena Rock Festival aporto algo distinto a la tarde, una buena música para sentarse tranquilamente y tomarse un refrigerio disfrutando de una banda que sabía lo que hacía y con evidente buen gusto, música de calidad.
Merkabah llevaban una propuesta ecléctica de las que tanto gustan pero que no conecto conmigo.
Andrew WK era una de las bandas que quería ver (puesto que había oído que el batería de Obituary había tocado con el). Tras ver los primeros temas comprobé que era más que suficiente el tiempo perdido.
Una actuación curiosa fue la de una orquesta interpretando un disco de Beck con su particular visión. Curiosa forma de tener a Beck en el festival sin tener que pagarle. Digno de ver (especialmente si te gusta ese tipo de divertimentos).
A continuación tocaba Artur Rojek. Esta era una actuación importante dentro de la escena polaca porque Artur es el organizador de este festival y antes formaba parte de una banda muy conocida en Polonia que se llama Myslovitz. Buena presentación y buen sonido pero no estuve pendiente especialmente de la actuación y tampoco conocía los temas como para valorarlos. A la gente parece que le gustó bastante (especialmente por lo lleno que estaba para verle).
El cabeza de cartel de ese día fue Slowdive y me ocurrió más o menos lo mismo que el día anterior, no son bandas que me lleguen. Tras verles un rato, nos pasamos a ver a Fuck Buttons y no fue necesario mucho tiempo para decirles lo mismo a ellos.
La última actuación que vi el domingo (y por ende del festival) fue la de Glenn Branca.
Tocando de espaldas a público, sentado porque le molestaban los focos y con unas buenas dosis dio el tiro de gracia para terminar el festival.
El año que viene espero repetir porque, pese a que algunos grupos no me llenen, siempre encontrare algo que me motive.