Una vez más, estos cuatro jovenzuelos irlandeses llegaron, vieron y vencieron. Y es que nos tenían a todo el público ganado de antemano, porque muchos ya sabíamos a lo que íbamos -que yo recuerde, era su tercera visita a un Kafe Antzokia, que, según sus palabras, es “una de las mejores salas de Europa”-. Y los nuevos fieles que no sabían qué esperar resultaron plenamente satisfechos, a juzgar por los comentarios que se pudieron escuchar a la salida del bolo.
Y es que este grupo lo tiene todo. Una discografía impecable y cada vez más amplia, una actitud en escena basada en dar el 110% a cada instante y un sonido en directo y una compenetración entre los miembros del grupo absolutamente brutal.
Tras el más que digno calentamiento que supusieron los aussies Tracer, con un rock de fuerte influencia stoner pero con algunas melodías bastante pegadizas, saltaron al escenario Paul Mahon, Mick Waters y James Heatley, con Cormac Neeson tras ellos. Y qué mejor manera para comenzar con el bolo de presentación de su nuevo disco que interpretando el temazo que abre el mismo! Arrancaron con “New Horizon”, que sirvió para que los técnicos de sonido fuesen ajustando el mismo mientras el grupo entraba en calor.
Tracer
Tracer
Tracer
Y a partir de aquí se sucedieron los momentos memorables uno tras otro. No me pidáis que recuerde el orden de las canciones al 100%, porque me dediqué a divertirme y a disfrutar como hacía tiempo que no disfrutaba en un concierto. Pero sí que puedo destacar varios hechos dignos de mención.
Por ejemplo, una “Under the Sky” con la ya tradicional intro de armónica por parte de Cormac que hizo que casi se me desencajase el cuello a base de headbanging.
La interpretación de “Nowhere Freeway” comenzó sólo con guitarra y voz de una manera delicada y lenta -similar a la preciosa versión incluida como “bonus track” en “Revival”-, y posteriormente se sumó la base rítmica para finalizar el tema en todo su esplendor, aunque echando en falta las segundas voces maravillosas de Lynne Jackaman de Saint Jude que podemos disfrutar en la versión de estudio de este tema.
También pudimos disfrutar de las habilidades de Paul Mahon como guitarrista con un melódico solo ejecutado con la técnica del sweep picking, y que hizo las delicias de todos los guitarristas allí presentes.
Y para callar a los que, como yo, les “acusábamos” de haber perdido su vena más bluesera a medida que evolucionaban, ahí están “Memphis Water” y “Preachin’”, sus dos temas más blueseros de su disco más bluesero, esa bomba llamada “Rise”.
No voy a seguir comentando tema por tema porque tampoco os quiero aburrir. En general decir que el repertorio estuvo bastante equilibrado con temas de sus cuatro discos, aunque con mayor presencia de temas de “Rise”, que a estas alturas ya ha adquirido la categoría de clásico por méritos propios. El bolo apenas pasó de la hora y cuarto, y se quedaron en el tintero muchos temas que para mí y mis colegas son esenciales –por favor, chicos, en la próxima gira tenéis que hacer “Into the Gutter” y “Evil Man”!!!– pero con una banda con una discografía tan sólida es imposible hacer un set-list al gusto de todos.
En resumen, uno de los conciertos del año. Puro rock’n fuckin’ roll interpretado por una banda que está en su mejor momento y con una colección de temas propios por la que muchos venderían su alma a Belcebú.
Keep on Rockin’!
Dr. Pretorius
