Hace poco tuve el lujo de ver, en una sala de cine, el documental “Sound City”, película que ha producido Dave grohl (Nirvana, Foo Fighters) sobre los míticos estudios californianos.
Con la excusa de que, tras el cierre de los estudios, Dave Grohl compró la mítica mesa NEVE de Sound City para su estudio particular, aprovechó y tiró de archivo y de amigos para montar una película que rebosa historia del rock por todos lados. En ella se nos cuenta, cronológicamente, la historia del estudio y de todo lo que ocurrió entre sus 4 paredes. Pero esa historia la cuentan sus protagonistas, desde los músicos que grabaron allí hasta los asistentes encargados de limpiar las letrinas. El uso de vídeos y sobre todo de fotografías de la época, así como la multitud de datos y testimonios aportados, hace que, en ocasiones, el filme pueda resultar incluso apabullante, manteiendo siempre el interés.
e los mejores discos de la historia del rock, Damn The Torpedoes, Nevermind, Rage Against The Machine… y suma y sigue. En el documental nos relatan lo especial que era grabar en ese cuchitril, el increíble sonido que se conseguía, el maravilloso ambiente que se creaba con todo el staff del estudio…
También es curioso ver como el señor Grohl, una de las mayores leyendas del rock de los últimos 25 años, se emociona al tocar junto a Paul McCartney. Ya sabíamos que este tío era especial, pero en esta película se dan, si cabe, más pruebas de ello.
No os voy a contar más porque el objetivo de esta reseña es que os entren ganas de ver “Sound City”, no relataros el filme. Tal vez no sea una película para todos los públicos, pero si sientes un mínimo interés por el rock, este documental debe ser de visionado obligado.
de izq. a der.: Krist Novoselic, Paul McCartney, Dave Grohl, Pat Smear y Butch Vig
Por si acaso alguno siente la irremediable necesidad de ver el film, adjunto el enlace a la página donde lo podéis descargar directamente (previo pago, por supuesto, que la cultura hay que pagarla).
http://buy.soundcitymovie.com/
Keep on Rockin’!
Dr. Pretorius
P.D. pido disculpas a mi amo y señor el Dr. H. Hackenbush, amado entre los amados y elegido divino, por osar colgar un artículo de tan humilde siervo de ustedes (a sus pies) en la categoría «el 7º arte». Si ya me impone hablar de música en un medio especializado, no os hacéis idea de lo que me supone hablar de cine, aunque sea de un documental de música
