http://www.youtube.com/watch?v=y2T8UsLzNXI
Do not forsake me, oh my darlin’
On this our weddin’ day.
Do not forsake me, oh my darlin’
Wait, wait along.
The noonday train will bring Frank Miller.
If I’m a man I must be brave
And I must face that deadly killer
Or lie a coward, a craven coward,
Or lie a coward in my grave.
Oh, to be torn ‘twixt love and duty!
S’posin’ I lose my fair-haired beauty!
Look at that big hand move along
Nearin’ high noon.
He made a vow while in State’s Prison,
Vowed it would be my life or hizzen.
I’m not afraid of death, but oh,
What will I do if you leave me?
Do not forsake me, oh my darlin’
You made that promise when we wed.
Do not forsake me, oh my darlin’
Although you’re grievin’, I can’t be leavin’
Until I shoot Frank Miller dead.
Wait along, wait along
Wait along
Wait along
Esta canción ya contiene casi todos los elementos que han hecho de Solo ante el peligro (Fred Zinnemann, 1952) un clásico del cine. Vaya por delante, y como curiosidad, que la voz que la interpreta es la de Tex Ritter, actor y legendario cantante de country, cuyo hijo, John Ritter (fallecido en 2003) interpretó a Jack Tripper en la mítiquísima (pero pésima) Apartamento para tres.
Pero no nos desviemos hacia series chuscas de los 70 que Gary Cooper no llegó ni a intuír que se realizarían y centrémonos en uno de los westerns más interesantes que uno haya visto.
La película comienza sobre las 10:40 de la mañana cuando Will Kane (Gary Cooper) contrae matrimonio con Amy Fowler (la siempre hermosa Grace Kelly), significando esto el fin de sus labores como sheriff de la tranquila Hadleyville y el comienzo de una nueva vida como tendero en Saint Louis. El sustituto no llega hasta el día siguiente, pero vista la calma que reina en el pueblo, no hay mayor problema en que algunos agentes se hagan cargo de la situación; o eso es lo que todos piensan hasta que salta la noticia de que Frank Miller, un criminal al que Kane llevó ante la justicia, ha salido de prisión y se dirige hacia allí en el tren de mediodía (High noon, como nos recuerda el título original) para vengarse.
En ese momento se pone en marcha el reloj casi a tiempo real (49 años antes de que viniera Jack Bauer a dejar EEUU hecho un cristo) y se inicia la lucha del sheriff Kane contra el mal que representa Miller para la paz de Hadleyville.
Aquí radica el interés principal de la historia ya que, si bien es Miller (y sus secuaces que le esperan en la estación) el peligro al que el título español nos recuerda que se enfrenta, a lo largo de los siguientes 80 minutos, el sheriff Kane debe vérselas con todas aquellas personas que le rodean, desde su recientemente declarada esposa hasta los egoístas y cínicos habitantes de Hadleyville, que van dando la espalda sistemáticamente a un hombre recto e íntegro que arriesgará su vida porque es SU DEBER y LO CORRECTO.
Se comenta o se resalta en varios artículos (no soy tan viejo como para recordar de primera mano aquellas cuestiones) que personajes del cine como John Wayne o Howard Hawks criticaron el guión y el papel que Cooper debía interpretar porque no concebían que, en pantalla, se mostrara a un sheriff como un hombre acobardado y asustado que suplicase ayuda.
Howard Hawks, quien había dirigido a Gary Cooper en Sargento York, respondió con tres disparos en forma de western al sheriff (según él) débil y pusilánime del film de Zinnemann: Río Bravo, El Dorado y Río Lobo, en todos ellos con John Wayne en el papel de sheriff valiente y decidido.
No estoy de acuerdo con las críticas hacia el personaje de Will Kane, quien acaba enfrentándose completamente solo a Miller y su banda, y creo que es justo incidir en lo absurdo que nos resultan en ocasiones superpistoleros infalibles (como el citado Bauer) por mucho entretenimiento que nos regalen. La realidad es que enfocar la historia en la cobardía o no del personaje de Kane es un error mayúsculo, como lo sería juzgarla en base al enfrentamiento final entre Miller y el propio sheriff, que sólo viene a certificar el triunfo de la integridad ante la masa arrastrada por egoísmos diversos.
El guionista, Carl Foreman, fue citado a declarar en 1951 ante el Comité de Actividades Antiamericanas, donde se negó a brindar información alguna, pasando a engrosar la lista negra de sospechosos de comunismo, en un episodio en el que, explicó, llegó a sentirse como se sentiría después Will Kane en la pantalla.
Probablemente, el plano que mejor expresa la realidad de Kane es aquel en que ve pasar el carruaje que llevan Amy (su recientemente declarada esposa) y Helen Ramírez (su antigua amante, interpretada por Katy Jurado), cuando Zinnemann simula la perspectiva subjetiva de ambas y contempla como el sheriff queda atrás, completamente solo y abandonado por quienes han compartido su amor en algún momento.
Gary Cooper obtuvo un merecido Oscar al mejor actor por su interpretación lacónica del sheriff de Hadleyville, cuya máxima expresión es la escena final. Apenas 80 minutos antes, cuando Kane se disponía a abandonar el pueblo y sus funciones, colocaba con ciudado su estrella de sheriff en el cinto para entregarla de vuelta al pueblo que le había nombrado; en la última escena esa estrella es lanzada al polvo sin un sólo reproche en voz alta, como tampoco existe agradecimiento expreso a Amy por su valentía más allá de un abrazo de enamorados.
Al fin y al cabo, sólo hizo lo que debía hacer.