SAGAS BATMAN
–Batman (1989)
La entrada de Batman en la gran pantalla a finales de los 80 fue todo un bombazo.
En aquel momento el único superhéroe que había decente fue el Superman de Richard Donner y Christopher Reeve, con extraordinario éxito..
Tim Burton era aún un medio-desconocido director, que había sorprendido con una par de cortos y dos películas, La gran aventura de Pee Wee y Beetlejuice, que tuvieron un gran éxito.
El proyecto y el guión de Batman, cuyas apariciones en pantalla hasta el momento se habían limitado a series de TV y una película de 1966 basada en ellos,estuvo dando interminables vueltas en los 80,
hasta que Warner dio luz verde con una apuesta decidida por el prometedor y original estilo de Burton.
Por supuesto, también se encargó de realizar una promoción descomunal, con un trailer de 90 segundos que se convirtió ya en un éxito en si mismo (la gente pagaba la entrada del cine,
fuera la película que fuera, solo para verlo).
Y para garantizar aún más el éxito, se aseguró la participación de Jack Nicholson como el Joker (que decidió a aceptar cuando se enteró de que también le habían ofrecido el papel
a Robin Williams, que se agarró un cabreo considerable con Warner por la jugada) y de la «sexy» de la época, Kim Basinger,
que venía de elevar la temperatura terraquea unos cuantos grados tras sus tórridas escenas en Nueve Semanas y Media.
La elección de un grande como Jack Nicholson unida al particular enfoque de Burton nos da la primera clave de la película:
-El verdadero protagonista absoluto de la pelicula es el Joker (sin duda un personaje infinitamente más atractivo para Burton) y Batman es un secundario.
-Nicholson aparece el primero en los títulos de crédito, se dice que se embolsó más de 60 millones de dólares (entre sueldo y derechos de taquila y merchandising)
y durante todo el metraje transmite que hace lo que le viene en gana, en una interpretación tan arrebatadora como exageradamante irónica.
De hecho, se cuentan más cosas sobre el origen del Joker y su personalidad que del propio Batman, de quien apenas vemos la famosa escena del asesinato de sus padres sin que se aporte ninguna información
de cómo acaba conviertiéndose en Batman adquieriendo esas sensacionales habilidades tecnológicas y de combate.
La película fue todo un éxito aquel año (solo superada en taquilla por Indiana Jones y la última cruzada) y desato la fiebre de la Batmania, que supuso un negocio ingente para todos los implicados.
–Batman vuelve (1992)
Tras un proyecto tan personal e indefinible como Eduardo Manostijeras, Tim Burton aceptó realizar una secuela de Batman.
Su amigo Michael Keaton repite en el papel del héroe, pero los villanos son esta vez el Pingüino (Danny DeVito), el millonario Max Schreck (Christopher Walken) y Catwoman (Michelle Pfeiffer).
En realidad, era lógico que Warner Bros promoviera una secuela de Batman, y que prefiriera correr pocos riesgos, recuperando a buena parte del equipo original.
Sam Hamm escribió el primer borrador del guión, reescrito más tarde por Daniel Waters y por Wesley Strick. Para satisfacer a los nostálgicos,
Waters se inspiró en dos episodios de la teleserie de los sesenta, «Hizzoner the Penguin» y «Dizzoner the Penguin».
El papel de Catwoman, con toda su carga de fetichismo sexual, fue disputado por varias actrices de primer nivel. Aunque Annette Bening era la predilecta de Burton,
su embarazo abrió una competencia entre Raquel Welch, Jennifer Jason Leigh, Madonna, Ellen Barkin, Cher, Bridget Fonda, Lorraine Bracco, Jennifer Beals y Susan Sarandon.
Para disgusto de Sean Young, que llegó a presentarse en el estudio disfrazada como el personaje, el papel recayó en Michelle Pfeiffer.
Por su parte, Michelle Pfeiffer se sintió muy afortunada por su papel de mujer gato: «De niña –dijo en una entrevista–,
Catwoman era una de mis ídolos. Era un personaje que me fascinaba absolutamente porque era, al mismo tiempo, buena y malvada. Eso me intrigaba mucho,
ya que me criaron con la idea de que las mujeres no debían ser malas en ningún momento. Rogué y rogué por este personaje. Llamé a todo el mundo que conocía.
Supliqué y hasta me ofrecí a hacerlo gratis. Tenía que ser Catwoman por encima de todo. Y no paré hasta conseguirlo».
El presupuesto final de Batman vuelve asciende a más de cien millones de dólares, lo que la convierte en la película más cara de todas las rodadas hasta esa fecha.
Tras su estreno en todo el mundo, la cuantía de sus recaudaciones en las salas de exhibición supuso unos abundantes beneficios de los que Michelle Pfeiffer,
además de tres millones de dólares en concepto de salario, obtuvo un sustancioso porcentaje.
Es una lástima que los logros de Batman vuelve no fueran alcanzados por las siguientes películas de esta franquicia.
–Batman forever (1995)
Estrenada en 1995, fue una película totalmente diferente a todo lo que se nos mostró en «Batman Returns» yendo por un lado más cercano a la comedia al estilo de Adam West–
La razón de este cambio tan notorio en el personaje fue para realizar más marketing para niños con Batman,
debido a que en aquellos tiempos el estilo de Tim Burton era considerado violento y oscuro para los niños.
¿Fue esto una buena idea? Obviamente no, este cambio no fue del agrado de los críticos y su traje con pezones no ayudó mucho.
Joel Schumacher fue quien se encargó de dirigir «Batman Forever», en ese momento su película más grande era «Falling Down» [Un Día de Furia] con Michael Douglas.
Schumacher mostró una visión diferente del Caballero Oscuro y de sus villanos volviendolo más infantil y para poder generar el suficiente marketing de él.
Por un lado consiguió recaudar bastante dinero pero dejó un tan mal sabor de boca que cuando se estrenó su secuela la recaudación bajó notablemente.
Batman tuvo que ser interpretado por Val Kilmer ya que Michael Keaton se negó a participar, según Keaton el guión fue un asco.
En mi opinión no me agradó mucho esta nueva versión de Batman ya que lo considere bastante alejado de lo que este héroe era en los comics de esos años.
Hacer que el vigilante de Gotham City deje atrás la seriedad fue un golpe bajo.
En cambio a Robin, si le queda bien tener una personalidad de esa forma, al ser un chico joven es entendible que quizás la seriedad no sea tanto lo suyo.
De todos los personajes mostrados en el filme, Dick Grayson fue el que más me agradó viendolo desde esa perspectiva
–Batman y Robin (1997)
La última película de la tetralogía de Tim Burton y Joel Schumacher y la peor de las cuatro.
En esta nueva entrega, además, habrá un nuevo cambio de Batman, pues Val Kilmer no tenía una buena relación con Schumacher (el director) y además el guion no le convencía (normal).
Pese a la subida de salario que le propusieron, finalmente descartó el proyecto por lo que tuvieron que buscar a un nuevo Batman.
Parece ser, que no se les ocurrió nadie mejor que George Clooney, un actor que no encaja para nada con el personaje.
Pero lo peor está en el guion.
Uno no se explica, como Schumacher consiguió crear una «buena» película con “Batman Forever” y ahora vuelven a las andadas con un film insulso, que tiene errores garrafales por todos lados.
Batman y Robin, tiene un enfoque claramente comercial, de ahí que nos muestren todos los artilugios, coches y trajes al empezar la película, está hecha para vender videojuegos y
juguetes y no para entretener al espectador.
Las luchas son malísimas, en realidad, no sabes muy bien lo que está pasando de lo caóticas que son.
Como por ejemplo, al principio de la película, donde “Sr. Frio” junto con Batman y Robin se van en un cohete hacia el espacio que acaba explotando y estos descienden como si hiciesen surf aéreo.
Esa escena me parece ridícula y poco creíble.
Arnold Schwarzenegger haciendo de Mr. Freeze a lo Terminator no se ajusta para nada al personaje, dando más risa que miedo.
Sus chistes baratos y su historia personal (la congelación de su mujer y su intento por salvarla) no es nada enternecedora.
Y Uma Thurman como “Hiedra Venenosa”, pues bueno, su papel no es malo, pero el encaje del personaje es bastante ridículo.
Para rematar, ponen a la sobrina de Alfred, convertida en una especie de “Batgirl”, a ver si así venden más.
Hay un error en el guion muy grande.
Alfred graba un CD para que su sobrina, Barbara Wilson, se lo de a su hermano y le pide que no lo abra.
Al final, esta consigue dar con la contraseña y averigua la identidad de Batman y todo lo demás.
En ese momento entra a la Batcueva y hay una grabación de su tío Alfred, diciéndole que sabía que intentaría abrir el CD, pero que le ha dejado un traje preparado para ella.
Pero vamos a ver, si la intención de Alfred era que ella se convirtiera en “Batichica”, ¿Por qué no se lo dice directamente? ¿Para qué toda la tontería del CD?
–Batman Begins (2005)
Muchos fans del Batman se mantenían escépticos ante una sexta entrega ( protagonizada por el fallecido Adam West) ,que intentaba reactivar al personaje,
está de más decir que su sorpresa fue mayúscula cuando vieron el oscuro relato sobre los orígenes del vigilante de Ciudad Gótica ya que fue una película que
alejándose del estilo brillante, chillón, de patadas voladoras y superficial sobre el que se ajustaban hasta entonces las películas de héroes de cómics, entregó una aproximación oscurísima,
retorcida y corrupta tanto en su forma narrativa como estilística donde Batman/Bruce Wayne, interpretado por un estupendo Christian Bale,
se confrontaba con sus propios demonios para hacer de Batman Begins un intenso estudio de la mente del personaje y una reflexión sobre la naturaleza del bien y del mal.
Fue así que Chris Nolan marcó un hito en los cánones: el cine de superhéroes no sólo son patadas, acción, batallas espectaculares y aniquilar a los malos,
también es profundizar en la semilla que inicio ese mal y manifestar la duda del héroe…
El film, sorprendió a todos convirtiéndose en un éxito de crítica y taquilla, la película definitiva con la que Christopher Nolan ganó el reconocimiento del público y algunos que otros detractores,
quienes calificaron a su propuesta de aburrida e imprecisa.
Muy a pesar de los heaters, el filme se mantiene como el referente que nos dio al Batman que necesitaba el nuevo milenio, uno más complejo, menos inocente y con una parte más oscura que brillante.
Un exitoso intento de resucitar una serie dañada por la estupidez, por el descuido y por Joel Schumacher.
– El Caballero Oscuro (2008)
Es la segunda entrega de la trilogía de Batman del realizador Christopher Nolan.
Oscura perspectiva sobre el orden, el caos, los alcances de la corrupción y la confrontación del superhéroe con Guasón.
Uno de los aspectos más destacados de El Caballero Oscuro es la confrontación entre Batman y joker (Heath Ledger).
Su interacción representa el orden y el caos. Con el sistema judicial y el conglomerado de reglas representadas en el aspecto jurídico,
Batman ejerce el rol de vigilante. No obstante, su moralidad le impide asesinar a pesar de actuar de manera independiente.
El héroe se ve obligado a tomar una decisión crucial que lo lleva a doblar sus convicciones para vencer al villano.
Por otra parte, joker disfruta de la violencia.
Pretende crear un descontrol en el orden social, exponer la facilidad para corromper individuos y quebrantar las convicciones personales.
Nolan hace un profundo énfasis a los juegos psicológicos que joker pone a Batman y Harvey Dent.
La venganza y la tragedia moldean sus perspectivas a través de las acciones del villano y las repercusiones en su entorno,
logrando destruir el positivismo de la ciudad y el descenso de Dent, así como pronunciar su cuestionable uso del azar como instrumento de venganza.
– El caballero oscuro: la leyenda renace (2012)
El film reúne a personajes como –Bruce Wayne (un magistral Christian Bale) y sus aliados Alfred Pennyworth (Michael Caine),
el comisario James Gordon (Gary Oldman) y Lucius Fox (Morgan Freeman)–,
con otros como: Bane (Tom Hardy), Catwoman (Anne Hathaway), el policía John Blake (Joseph Gordon-Levitt) y Miranda Tate (Marion Cotillard),
una ejecutiva de Wayne Enterprises que ayuda a Bruce Wayne a retomar las actividades de su padre.
En esta peli, sale a escena el mencionado Bane, un personaje que apareció por vez primera en el cómic Batman: Vengeance of Bane (enero de 1993)
gracias a la imaginación de Chuck Dixon, Doug Moench y Graham Nolan.
La obsesión de Bane por Batman sólo admite un final: la muerte de Batman en las peores condiciones posibles.
El Bane de Nolan viene a ser un líder guerrillero con alma de loco y músculos de roca.
Tom Hardy consigue introducir un pequeña alma dolorida en esta criatura bestial.
Aunque figuró durante años en el ranking de los supervillanos, Selina Kyle (Catwoman) es un personaje ambiguo y adorable, que en numerosas etapas de la serie ha colaborado con el héroe de Gotham.
El primer borrador del guión lleva por fecha diciembre de 2008, justo cuando Nolan emprendía el rodaje de Origen (Inception).
Por esas fechas, los rumores en torno al proyecto pusieron a una serie de potenciales villanos en el disparadero de los medios.
Ante esas especulaciones, el realizador se limitó a recalcar que su saga –un emblema de realismo y sofisticación– no admitía personajes demasiado caricaturescos, como por ejemplo el Pingüino.
En El caballero oscuro: La leyenda renace, Nolan y su galardonado equipo de colaboradores han creado un mundo tan oscuro y complejo como realista,
habitado por personajes innegablemente humanos.
“Para mí, el atractivo del personaje de Bruce Wayne siempre ha sido que no tiene superpoderes más allá de su opulenta riqueza”,
explica el director. “Así que puedes presentarlo como una persona real,
utilizándole para mostrar el mundo en el que vivimos y aportar algo relevante que no esté necesariamente basado en ningún género concreto.
Yo las considero películas de acción, pero más allá de eso intento no definirnos”.
El caballero oscuro: La leyenda renace es la definición de película top; rodada a lo largo y ancho de tres continentes, contiene una secuencia aérea muy trepidante; una escena muy concurrida,
con más de mil extras, en la que hay explosiones y un montón de artilugios y vehículos. Sin embargo, para Nolan,
la espectacularidad queda casi relegada a un segundo plano en favor de los retos que deben afrontar los personajes.
–Batman & Superman (2016)
Zack Snyder explota todo el desparpajo visual al que nos tiene acostumbrados en cada una de las escenas que confecciona.
Muchos dicen que su forma de hacer cine se parece peligrosamente a ver un videoclip: sobrecargado, centelleante y muy pasajero; algo que puede ser,
como también puede que, pese a eso, su espectacularidad visual ya se haya convertido en una marca registrada, un rasgo identificador para la estética de los superhéroes en el cine.
El cineasta norteamericano tiene tantos admiradores como detractores, tantos o más que los que congregara su última película sobre Superman,
porque eso es algo que hay que tener muy claro antes de ver Batman v Superman: El amanecer de la justicia, la pelicula de Snyder es una continuación directa de El hombre de acero.
Ah, pero sí solo hubiera sido concebida para funcionar como la secuela de Superman, entonces seguramente estaríamos hablando de una película más pausada y coherente, pero,
lamentablemente, eso no ocurre. Marvel gana en años y en millones de beneficios al resto de sus competidores, por lo que la presión es para ellos.
Todas las editoriales comiqueras esperan todavía con mayor ansias hacer sus miles de millones, un craso error como ha quedado demostrado.
Batman v Superman: El amanecer de la justicia es la secuela de El hombre de acero, pero también la presentación en sociedad de Batman,
Wonder Woman, Aquaman (cuánto promete esta nueva visión de Jason Momoa y el director James Wan) y el resto de miembros de la inminente Liga de la Justicia, la entrada de Lex Luthor,
del terrorífico Juicio Final, de la sombra amenazadora de Darkseid y, como si todo esto fuera poco, se meten con calzador fragmentos de la mítica obra de Frank Miller.
Así podríamos seguir durante párrafos y párrafos, ya que las referencias a cómics y conceptos de DC son muchos más.
Nos presentan a un Batman lleno de odio, violento, psicológicamente muy complejo y con un pasado muy duro en la que Ben Affleck encarna a una de las versiones más atractivas del caballero oscuro.
Otra, El retrato de Henry Cavill como Superman imperfecto y con conflictos internos.
Aquí no es el todopoderoso y benevolente Dios que vino del planeta Krypton. Solo es un hombre que vino de Kansas haciendo lo que mejor sabe hacer.
–La liga de la justicia (2017)
Después de reordenar el universo de ‘Los Vengadores’ y ‘Agentes de S.H.I.E.L.D’., Joss Whedon se pasa al otro lado, de Marvel a DC, para sacarle punta, solo como guionista, a otro grupo de héroes con poderes, la Liga de la Justicia. Bueno, no todos tienen superpoderes. Cuando Flash, el tipo que corre más rápido que nadie,
le pregunta a Batman/Bruce Wayne cuáles son sus superpoderes, este contesta lo que todo el mundo sabe pero el cine aún no había dicho: «Soy rico».
El film representa la colisión de intereses entre Whedon y Zack Snyder, a quien DC había puesto al timón de las nuevas franquicias cinematográficas de la escudería;
suyas son ‘Batman v Superman: El amanecer de la justicia’ y ‘Liga de la Justicia’, además de jugar un papel preponderante como productor o guionista en ‘Wonder Woman’ y ‘Aquaman’.
La idea es simple. Si el cine de Marvel se ha esparcido de manera tentacular a partir de Los Vengadores en grupo o individualmente (Thor, Capitán América, Iron Man),
el de DC renueva cauces a partir de lo mismo. Snyder es más festivalero. Whedon es más oscuro.Liga de la Justicia’ deja la oscuridad congénita en personajes como Batman y apuesta por una estética fea
apabullante, desordenada… El triunfo de la parafernalia digital sobre las dudas y temores de los personajes.
Ben Affleck sigue con la idea de componer un Batman de movimientos torpes, el héroe cercano (y rico).
Él lidera el grupo, formado por Wonder Woman, Aquaman, Flash y Cyborg. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Enfrentados con el poderoso Steppenwolf
y sus parademonios con alas de insecto, el grupo no es nadie, o es incapaz del triunfo, si no les ayuda Superman, el único superhéroe en verdad indestructible.
Así que mucha Liga pero pocas nueces.