¡Hola, querid@s! De nuevo está con ustedes el Dr. Moreau para contarles cosas y mantenerles informados, en este caso, sobre la jornada inaugural del Barcelona Rock Fest’15. Si no pudieron ir y quieren saber qué pasó…¡Adelante, pasen y lean!
Un buen amigo mío define los festivales como «entregas de rock a granel». Para mí, son más bien como una cata de vinos, cervezas, quesos… con límites de consumo; una copita y ya está. Esto tiene de bueno que, si el producto no te gusta, no sufres mucho; pero en caso afirmativo, pues molesta, porque te sabe a poco.
Aún sabiendo ésto, y también el resto de incomodidades propias de un festival, me aventuré a ir a la jornada inaugural del BRF’15, ya que el cartel me resultaba tremendamente atractivo, con Scorpions y Nightwish como principales reclamos del día.
Los habituales engorros organizativos (una cola inmensa para que nos pusieran la pulsera, con 34 grados y a pleno sol) hicieron que much@s no pudiésemos ver a Asphyxion, primer grupo del cartel, así que poco puedo decir sobre ellos, salvo que eran de la localidad, que tocaron media hora y que practicaban un thrash metal de la escuela de los primeros Anthrax-Metallica, a tenor de lo que se oía desde fuera.
ROSENDO
Cuando por fin entré al polvoriento recinto del festival, el bueno de Rosendo ya llevaba dos temas. El carabanchelero salió animoso y atacó su set list , compuesto por una gran mayoría de clásicos de sus cuatro primeros discos en solitario que el respetable, ávido de juerga, recibió con agrado. Así, disfrutamos, entre otras, de canciones como «Por meter entre mis cosas la nariz», «El ganador», «Flojos de pantalón», «Agradecido» o «Pan de higo», además de los inevitables guiños a Leño con «El tren» y «Maneras de vivir», todo ello con un sonido aceptable de calidad y volumen. Tras una hora a pleno sol, se retiró con su habitual «¡se os quiere, hasta otra!», dejando satisfecho al público
SABATON
Los siguientes en aparecer fueron los suecos Sabaton y su power metal melódico-épico de corte actual. Imagen llamativa, la suya; al menos para mí, que no los conocía demasiado. Todos vestían pantalones de camuflaje y los instrumentos de cuerda también presentaban ese diseño. De cintura para arriba, todos vestían de negro, aunque ahí ya no había uniformidad. Musicalmente agradaron (a tenor del número de camisetas que vi, tenían much@s fans entre l@s asistentes), transmitieron buen rollo y se mostraron agradecidos con la audiencia, tanto en el escenario como en la posterior firma de autógrafos que hicieron. Como buenos nórdicos, sufrieron con el sol, que dio de frente al escenario durante toda la tarde (el cantante preguntó si alguien podía apagar esa luz).
Me informaré más sobre esta banda, no me disgustó su estilo y me cayeron bien
DREAM THEATER
La banda de metal progresivo por antonomasia también estuvo presente en el BRF’15 con su gira 30 aniversario, en lo que, por el momento, será su único concierto por estos lares. Las huestes de John Petrucci y cía también contaban con muchos incondicionales entre l@s asistentes (también muchas camisetas de ellos, junto con los ya citados Sabaton, Scorpions y Nightwish, lo más visto).
Su repertorio de canciones largas, con constantes cambios de dinámica, ritmos y cadencias consiguieron algunos momentos realmente mágicos, una sensación que, a mi juicio, se hubiera acrecentado si hubieran tocado de noche y hubiesen podido ejecutar juegos de luces, en vez de a las ocho menos cuarto de la tarde. Además, el sonido se embarulló un poco, y eso tampoco ayudó
STATUS QUO
Uno de los tres momentos más esperados por mí era el de volver a ver a los rockeros británicos. Rossi, Parfitt y demás familia tiraron de clásicos (aunque en el repertorio de SQ, ¿qué tema no lo es?), alguno de los cuales tuvo que sonar en versión reducida para festis o formar parte de un medley, porque el tiempo (una hora para todos, a excepción de Asphyxion, que tuvieron media, y Scorpions, que tuvieron 2) apremiaba. Supo a muy poco, y les agradezco profundamente que mi tema favorito, «Down, down» sonara íntegro. Lamentablemente, el sonido también les jugó una mala pasada, la pareja de Telecasters estaban demasiado presentes respecto al resto de instrumentos y un poquito pasadas de agudos. Pero como siempre que les he visto, fue un concierto divertido de unos músicos muy profesionales
SCORPIONS
El segundo momento álgido del día para mí (y también para mucha gente que empezaba a llenar el recinto) había llegado. La banda de rock más grande de Alemania hacía acto de presencia. La última vez que los vi fue en el ARF’14 y la sensación que me dejaron fue agridulce (más de agrio que de dulce), como pudisteis leer aquí mismo en su día. Así que tenía ganas de ver si podía cambiar esa sensación por una mejor.
Y la verdad es que sí, me ha quedado un mejor recuerdo después de ver este concierto. Con respecto al del ARF’14 mejoraron varias cosas: Tuvieron buen sonido; pero con más volumen; también tuvieron algo más de tiempo; el repertorio fue mejor, ya que aquí aparecieron varios temas de los 70 (en formato medley, eso sí; pero sonaron «Top of the bill», «Steamrock fever», «Speedy’s coming» y «Catch your train») y lo más importante: no hubo ningún señor que pasara por allí a tocar las congas y el solo de Matthias Jabs tuvo acompañamiento por parte de Pavel y James, con lo cual tuvo mucho más sentido y quedó mucho más lucido y mucho menos aburrido; así sí demostró su calidad. El resto del repertorio fue más previsible, con 3 temas del nuevo disco (el single entre ellos), clásicos por tod@s conocidos, set acústico de baladas y final apoteósico con «Big city nights», «Still loving you» y «Rock you like a hurricane». Buen concierto y buen espectáculo en líneas generales, sinceramente me gustó, aunque tampoco escuché «No one like you» en esta ocasión. Me conformaré con «Dynamite»
NIGHTWISH
Este fue el tercer momento álgido que esperaba: el concierto de los fineses más famosos del mundo del metal. Para más inri, con el fichaje de Floor Jansen y después de haber grabado ya un disco con ella (un disco que no me convence del todo, debo decir). Había verdaderas ganas de verles, ya que la nueva vocalista parece haberse adaptado bien a las canciones clásicas de la banda, a tenor de lo visto en los setlists que venían ejecutando en esta gira.
En honor a la verdad, he de decir que seguramente fue el mejor concierto del festival. Un muy buen espectáculo con un escenario muy bien decorado, espectáculo pirotécnico, humo y buenos juegos de luces que crearon el ambiente propicio para un grupo gótico, acompañado de un muy buen sonido, que sin embargo quedó un poco deslucido, en mi opinión, por el repertorio elegido. Han cambiado algunos de los temas antiguos que venían tocando en conciertos anteriores (que casualmente están entre mis favoritos, hay que joderse…); también del nuevo disco dejan fuera temas que me gustan más que los que tocaron y han incorporado un tema de 10 minutos que acorta sensiblemente el número de canciones cuando, como fue el caso, tienes poco tiempo de actuación. Pero insisto, sonidazo y conciertazo; también supo a poco.
Sin embargo, quiero dejar constancia de algo que me decepcionó por parte de esta banda. Un par de horas antes de su actuación, hicieron una firma de discos, posters, etc. Yo, por supuesto, estuve allí y me vine con mi libreto del «Endless…» firmado para casa; pero lo que no me llevé fue una foto con Floor, alguien a quien admiro desde los tiempos de After Forever. La razón de la «no-foto» fue que Miss Janssen se negó a hacérsela. A mi «A pic, please?», respondió con un lacónico «No, I’m sorry», sin ni siquiera mirarme a la cara. Pensé que no hacerse selfies sería una política que mantiene siempre; pero cuál fue mi sorpresa al ver, minutos más tarde, que accedía a retratarse con una de las chicas que estaban detrás de mí en la cola. Luego pensé que quizá me habría entendido mal; pero después vi a otro chico que también lo intentó y consiguió el mismo resultado que yo.
Me considero una persona comprensiva. Por tanto, entiendo que a alguien no le apetezca una mierda que un hatajo de desconocidos melenudos y/o barbudos que, por efecto del intenso calor, ya empiezan a oler mal, te pasen la mano por el hombro, o la cintura, o te pidan dos besos. Pero negarle a un colectivo de fans (el de sexo masculino, al menos en el tiempo que yo estuve allí, así fue) la típica foto en la que sales a su lado, sin contacto físico, haciendo el gesto del pulgar hacia arriba, o los cuernos metaleros, viendo que tus compañeros de banda lo están haciendo, me parece un gesto muy feo, que le hace perder puntos a ella; pero también al grupo. Así que, después de esto, ya no me hace tanta ilusión tener la firma de esta chica. Sus compañeros estuvieron correctos, respondiendo a los saludos y dando las gracias a los que, como yo, en vez de las postales que repartía su manager, presentaban para firmar cosas como libretos de cd’s, dvd’s, etc., pero ella marcó la diferencia. Para mal. Así que debo reconocer que, debido a ésto, vi su actuación un poco condicionado.
SAXON
«El grupo más honrado del heavy metal», como los llama un amigo, apareció a las 00:45 para deleitarnos con un puñado de buenos temas históricos en su carrera y en el heavy metal en general. Todo su repertorio giró a los álbumes anteriores al «Innocence is no excuse», así que ya os podéis imaginar: «Motorcycle man», «(747) Strangers in the night», «Denim and leather», «Strong arm of the law», «Crusader»…por poner algunos ejemplos. Un buen concierto, con un Biff Byford en buena forma; pero que también se vio lastrado por un sonido deficiente, sobre todo con unos graves poco definidos que embarullaban todo. Esperemos volver a verlos en mejores condiciones.
W.A.S.P.
Al señor Blackie Lawless le correspondió el dudoso honor de clausurar la primera jornada del BRF’15, y no lo hizo mal, ante un público que había descendido notablemente en número y que estaba agotado y/o perjudicado por el consumo de diversas sustancias. Me imagino que se dio cuenta de ésto y atacó sin remisión con una batería de temas que, principalmente, salieron de sus dos primeros discos, con la intención,supongo, de que los que aún quedábamos mantuviéramos la atención en el escenario. Cosas como «Sleeping in the fire», «Wild child»,»On your knees» y más al final «I wanna be somebody» y «Blind in Texas», conmigo lo consiguieron. El sonido mejoró con respecto a los Sajones; pero no llegó a ser bueno del todo.
Esto es, a grandes rasgos, lo que dio de sí el día en lo musical. A nivel organizativo, luces y sombras. En lo bueno, citar que había suficientes puestos de comida y bebida (algunos, además, con tejadillos y terrazas que daban sombra), zonas con duchas y ventiladores de agua pulverizada, un mercadillo con gran oferta de música, ropa y complementos, zona de carga de móviles y una interesante disposición del escenario, que era un «2 en 1». Me explico: era un gran rectángulo dividido en 2 partes iguales por el centro de su dimensión más larga, de tal forma que, si pillabas un sitio estratégico, sólo con girar la cabeza unos 30 grados, ya estabas colocado para ver la siguiente actuación, sin tener que dar vueltas por el recinto. A destacar también el buen ambiente reinante, con mucha gente y, que yo viese, sin incidencias ni altercados.
En el debe, el reparto de pulseras: mal organizado, a pleno sol con el calor que hacía (menos mal que había un parque cerca, con sombra y un chiringuito de bebida) y sobre todo, lento. Como ya os he dicho, entramos tarde y, por lo que escuché después, hubo quien se perdió la actuación de Rosendo entera, lo cual es aún más retraso, por atascos de circulación cerca de la zona de acampada.
Sintiéndolo mucho, la información sobre las dos jornadas restantes tendréis que leerla en otros sitios, ya que compromisos ineludibles me impidieron alargar mi estancia en la ciudad condal. Pero esos compromisos son otra historia, que en otro momento será contada (espero) por alguno de mis compañeros…
Texto y fotografías: Dr. Moreau Frankensguitar
