La pasada noche de reyes pudimos disfrutar de un gran concierto de rock en el ciclo Izar & Star en el que dos de las mejores bandas del panorama local ofrecieron tributo a dos de las mejores bandas de la historia del rock.
Dado la abundancia de artículos aparecidos en los últimos días describiendo espléndidamente lo sucedido aquella noche, y dado que el jefe siempre me pide originalidad (por pedir que no quede), he decidido acometer mi artículo desde otro ángulo.
Ponte en situación. Tocas un instrumento en una banda de rock, y durante toda tu vida has aprendido a tocar muchos riffs (o fills, o líneas de bajo, o lo que corresponda a tu instrumento) y canciones de tus artistas favoritos, pero es raro que sepas tocar el repertorio casi completo de cualquier artista. Y más raro todavía es aún que tus compañeros de grupo sean igual de frikis que tú de los mismos grupos en cuestión y sepan tocar esos mismos temas. Y si alguno habéis tocado alguna vez en cualquier grupo de versiones, sabréis lo mucho que cuesta preparar canciones. Hay que aprenderse los temas, ensayarlos con el resto del grupo, conseguir que todo suene compacto… es un trabajo que requiere mucho tiempo.
Pues ahora imaginad que todo ese trabajo se lleva a cabo para hacer un solo concierto. Eso es lo que sucedió aquella mágica noche. Porque creedme que ambas bandas consiguieron sonar realmente conjuntadas, y eso es lo más difícil en este caso (y más teniendo en cuenta la amplia pléyade de invitados, sobre todo en el caso de Last Fair Deal).
Otro problema que se plantea en un concierto de estas características es qué repertorio hacer. Un greatest hits, o tal vez ir a algo más oscuro? Al final en el término medio está la virtud, y ambas bandas optaron por un set-list en el que el 80% de lo que sonó era esperable, y un 20% se puede considerar “relativa” sorpresa.
Y una última cuestión que se puede plantear cada grupo es: hacemos las covers totalmente fieles a la realidad o nos las llevamos a nuestro terreno? En este apartado podemos distinguir el distinto acercamiento por el que, siempre según mi humilde opinión, optaron ambos grupos.
En cuanto a los Highlights, está claro que cuando piensas en bandas de referencia para ellos, una de las dos que se te vienen a la cabeza es Thin Lizzy (la otra, por supuesto, es UFO). Por ello, la elección del grupo irlandés para hacer un concierto de covers de una sola banda era relativamente evidente, dado que el sonido de los Highlights y el de los Lizzy es muy similar. Y los de Arrigorriaga no defraudaron, cerrabas los ojos y te sentías dentro del “Live and Dangerous”. En fin, de 10.
Y en cuanto a Last Fair Deal, he de decir que no los conocía con anterioridad, pero después de disfrutar de su concierto y de escuchar sus elepés veo que se llevaron a los Zeppelin a su terreno, algo que hicieron con una personalidad brutal. Y me dejaron con unas ganas increíbles de volver a verlos, pero en esta próxima ocasión defendiendo su repertorio propio, que posee un sonido mucho más “americano” que el de Zeppelin (me recuerdan por momentos a la Creedence, a Gov’t Mule, y un larguísimo y variado etcétera).
Lo dicho, no os voy a aburrir con un relato de todo lo acontecido aquella noche, lo único que espero es que seáis capaces de apreciar el esfuerzo que supone para un grupo de rock acometer una empresa de este calibre.
Keep on Rockin’!
Tx & Ft.: Dr. Pretorius
