Hola a todos, compadres musicales:
Como en la última ocasión vuelvo a escribir sobre mis correrías por los Países de Europa, y en este caso de nuevo en los Países Bajos. La ocasión se presentaba fantástica para presenciar un festival de los que se pueden denominar “eclécticos” , en los que un día tuvimos la ocasión de degustar una velada de Sludge y Doom Metal , y al día siguiente una jornada de Brutal Death y Grindcore de gran octanaje.
Todo esto tenía lugar en Tilburg, bonita ciudad con gran oferta cultural y una agenda musical que pelea con algunas capitales europeas en calidad. Para llegar a Tilburg, la mejor opción es repetir los pasos que ya comente en mi anterior crónica de Eindhoven, puesto que aterrice allí nuevamente. Una vez llegado a la Estación Central de Eindhoven, recomiendo coger un tren a Tilburg que tarda unos 25 minutos como mínimo. No recuerdo exactamente el número de los andenes, pero existen 2 posibilidades para coger el tren a Tilburg, la diferencia es que uno tarda 10 minutos más porque tiene paradas intermedias que no tiene el Intercity.
Una vez solucionados los problemas de alojamiento y llegados a Tilburg, nos dirigimos al centro de información del festival donde nos dieron la pulsera, guía y demás parafernalia que es imprescindible en todo buen festival. De allí nos dirigimos al bar Little Devil donde se realizaban algunos conciertos digamos que más duros o más metaleros, puesto que este bar está enfocado claramente a ese público en su día a día. Tras situar la sala y escuchar a una banda que estaba actuando en ese momento con una propuesta punk-rock al estilo de los primeros Gluecifer, nos fuimos al 013.
El 013 es, por si alguien no lo sabe la meca de los conciertos, una sala donde es posible tener conciertos en 3 escenarios a la vez y en cada uno sólo se escucha al grupo que toca. Sala que respecto al servicio de “refrigerios varios” funciona con unas fichas que puedes obtener gracias a máquinas de cambio o a amables señoritas que te atienden en la sala. Es un sitio en el que los camareros van cambiando de barra continuamente, pero siempre tienen una sonrisa. Seguramente con la idea de evitar el compadreo con los clientes.
Lo primero que tuve que hacer es comprobar que no me había equivocado de día ni de sala, puesto que esperaban centenares de niños de 10 años para entrar en el 013. Una vez comprobado que las jóvenes criaturas tenían a su disposición la sala grande y los barbudos doom teníamos las otras dos salas a nuestra disposición lo cual evitaría los posibles ataques de los niños a los barbudos, me adentré en el mundo oscuro de la gira de YOB que se integraba en el festival al que atendía.
El primer concierto que presencie fue el de los muchachos de KONGH, que nos dieron una dosis importante de caña. Gran presencia escénica con solo 3 componentes y gran sonido como siempre se caracteriza el 013.
Tras este concierto pudimos presenciar el concierto de DARK CASTLE, banda compuesta por dos personas de manera similar a Jucifer o The White Stripes y que se caracteriza por un demoledor directo a base de guitarra y batería que no deja indiferente a nadie. La banda sono muy compacta al igual que Kongh y es de señalar que el batería repitió bolo con los YOB posteriormente.
Tras una paradita para reponer fuerzas nos dispusimos a continuar con lo que sería el último concierto por ese día.
Nuevamente en el 013 presenciamos el demoledor directo de los YOB que estaban de gira presentando su nuevo disco Atma y que arrasaron con todo. De nuevo un power trío aunque tenían mucho más que power. La verdad es que el sonido fue muy contundente y a mí me dejo satisfecho.
Tras el concierto de YOB, volví a Eindhoven lo cual resulta sencillo con el sistema nocturno de transporte del cual dispone Holanda .
Al día siguiente tras retornar a Tilburg, nuestro esfuerzos se centraron en el Little Devil que era el lugar en el que se desarrollarían los conciertos que más me interasaban. El primer concierto al que asistí fue el de la banda alemana PLANKS que realizan un agresivo hardcore con unos toques especiales como indicaba su relación contractual con el sello Southern Lord lo que nos avisaba de su potencial.
A continuación giro total de estilo y pasamos al Brutal Death que campo a sus anchas a partir de ese momento en el Little Devil. Comenzaron las hostilidades con AMARGORTIS, banda suiza que machaco sin piedad durante el tiempo que estuvieron en el escenario.
La siguiente banda en tocar fueron lo DEFEADED SANITY que nos ofrecieron otra dosis de Brutal Death en vena y que no dudaron en arrasarnos a base de bien.
Por último en esta tanda de grupos nos terminaron de arrasar los estadounidenses GORGASM.
Tras un cambio de instrumentaciones y un tiempo de avituallamiento, nos dirigimos de nuevo al Little Devil para la descarga de Grind que nos esperaba. En primer lugar saltaron a escena los MARUTA de Miami
que aprovecharon en sus 25 minutos para despedazarnos en directo, con una actuación en la que destacó por encima de todos la bestia que tenían por batería y la potencia con que aporreaba. Pausa, cervecita, cambio rápido y teníamos con nosotros a los WORMROT.
Esta banda, procedente de Malasia, tenía un configuración curiosa puesto que siendo 3 personas, solo tenían guitarra y batería lo que me hacía presagiar que quedaría un poco deslucido para una banda de grind. Pero he de decir que acabaron con todas mis reticencias en el primer tema que tocaron, puesto que demostraron que su propuesta era suficientemente contundent e con estos medios. He de comentar que su concierto no llego a más de los 20 minutos pero que claramente fue suficiente tras la jornada que habíamos vivido.
Solo nos quedaba coger el tren para volver al hotel lo que termino siendo un largo viaje por culpa de un suicida que decidió tirarse en una de las vías que comunican Tilburg con Eindhoven y que transformó un viaje de 25 minutos en 3 interminables horas a las tantas de la noche.
Con esto me despido y os convocó a próximas aventuras del Dr. Schreck en estas páginas.
Le Saboteur
