Este año hemos tenido el lujo de terminar la temporada de conciertos y festivales de verano con el En Vivo, que se ha celebrado en las campas de Kobetamendi (en el mismo recinto que el BBK Live y que nuestro añorado Kobetasonik).
El cartel del festival, como es norma de la casa en los festivales organizados por Last Tour International, se centra en un estilo determinado, pero de una manera muy abierta, de forma que siempre encontrarás bandas que, según tu criterio, no te interesen nada, pero habrá otras que puedan gustarte bastante.
Así, si el Azkena Rock vitoriano se centra en el rock anglosajón (en prácticamente todas sus vertientes) y el BBK Live lo hace en el pop más mainstream pero de calidad, el En Vivo fija su objetivo en el rock y el punk estatal. Este festival está hecho a la medida de todos aquellos que han crecido escuchando música en el bar rockero del barrio, donde sonaban Reincidentes, S.A., etc. Y si además eres vasco, es posible que en ese mismo bar sonasen Kaotiko o Lehendakaris Muertos. Por eso el 90% del público estaba compuesto de gente joven que ha vivido, o sigue viviendo, con esa música como banda sonora.
Pero los que no hemos sentido nunca nada por el 98% de las bandas de rock o punk patrio también pudimos encontrar elementos atractivos en el cartel del En Vivo. Entre esos elementos destacaban sobremanera los dos cabezas de cartel, Within Temptation y The Offspring. Respecto a los holandeses ya habéis podido leer el genial artículo de mi compañero el Dr. Moreau. Y en cuanto a los americanos, decir que no me esperaba demasiado dado que algunas críticas que había leído hace años de giras anteriores no les dejaban muy bien parados. Pero ofrecieron un concierto de gran nivel. Dexter no tenía la voz al 100% y tuvo problemas con su equipo de monitorización, lo que hizo que no terminase de estar del todo cómodo durante el show, pero aún así ofreció un buen espectáculo. Y el que sí que estuvo al 110% fue Noodles, que derrochó carisma y buen rollo en todo momento.
Aunque no seas conocedor del repertorio de los californianos, prácticamente la mitad del set-list pertenece ya al imaginario colectivo, y el resto son canciones 100% melodía, por lo que no son de escucha difícil. Porque no nos engañemos, lo pueden llamar punk, pero esto es pop distorsionado. Y cuando digo pop no me refiero a lo que hoy se entiende como pop, sino a lo que se entendía como pop en los años 60’, música de 3 acordes y melodía pegadiza. Porque la música de Offspring es la adaptación del espíritu de los Beach Boys a los 90’. Más rápida, más cañera, con “palm mute” y ganancia a saco, pero con la misma filosofía.
En cuanto al resto del festival, poco os puedo aportar a nivel musical, ya que, como os he comentado, soy bastante lego en el resto de bandas del cartel. Los que me conocéis ya sabéis de qué pie cojeo, y el rock urbano patrio nunca ha sido mi rollo. Pero, como siempre, este festival fue, una vez más, una excusa estupenda para desconectar del mundanal ruido, compartir charlas y cervezas con los amigos y disfrutar de rock and roll sin mayores pretensiones.
Keep on rockin’!
Dr. Pretorius
Fotos: Tom Hagen