El trasteo, también conocido como cerdeo, es una situación muy habitual que afecta a instrumentos como bajos o guitarras (sobre todo, guitarras eléctricas) y que se produce cuando la vibración de la cuerda roza sobre los trastes.
El origen de cada trasteo puede venir motivado por el calibre de las cuerdas, la humedad del instrumento, la forma en la que posicionamos los dedos, el desgaste de los trastes, o la forma en la que guardamos la guitarra, por citar algunos.
Es una consecuencia de las propias leyes de la física, así que evitarlo es casi imposible salvo que condenáramos la guitarra a tener una acción muy alta, algo que la convierte en un instrumento incómodo de gobernar.
Por lo tanto, la cuestión está en encontrar una solución intermedia que permita que el trasteo no se aprecie y que la acción de la guitarra siga siendo cómoda para el músico.
Hay que tener claro de antemano que el trasteo no tiene una solución única y eficaz, sino que cada circunstancia tiene su propio modo de resolverse. Aún y así, lo que sí tenemos es una serie de medidas básicas que ayudan a prevenir y corregir ese efecto.
Lo primero que podéis hacer para prevenir situaciones de trasteo en vuestros instrumentos es tener el diapasón bien hidratado para lograr que la madera no sufra de exceso de sequedad.
También debéis conservar el instrumento siempre en el mismo espacio, procurando que las condiciones de humedad y temperatura no sufran grandes alteraciones. El mástil debe estar siempre perfectamente apoyado para evitar que una postura extraña produzca torsiones en el mismo, y hay que evitar que reciba cualquier tipo de golpe.
Por último, si usáis un puente flotante, procurad siempre tener los muelles bien tarados.
Más adelante, en futuras entradas, seguiré hablando del trasteo.