Si un corredor de 100 m lisos se levantara del sofá, se vistiera con su ropa deportiva, se calzara sus zapatillas preferidas e intentara batir el récord mundial de la prueba inmediatamente, lo más probable es que se produjera una lesión considerable.
Si un piloto de fórmula arrancara su coche e inmediatamente lo lanzara a más de 350 km/h por el circuito de Monza, tendría grandes posibilidades de salirse de la pista o de romper el motor.
De la misma forma, si cogemos la guitarra para nuestra sesión de ensayo, o para dar un bolo con nuestro grupo, y la primera nota que damos es el inicio de un solo neoclásico vertiginoso al estilo de Yngwie Malmsteen, probablemente acertaremos una nota de cada 5, y a la larga tendremos grandes probabilidades de desarrollar tendinitis.
El calentamiento de los músculos, tendones y articulaciones es imprescindible antes de la práctica deportiva si queremos por una parte no dañarlos, y por otra situarlos en su estado óptimo para lograr los mejores resultados. Los músicos profesionales, o los que se dedican muchas horas en la práctica de su instrumentos lo saben. No en vano, muchos de ellos lo han aprendido después de tener apartado su instrumento por una temporada ante la aparición de una tendinitis u otra lesión en sus dedos, muñeca, brazo u hombro.
Así que un inestimable consejo es que te habitúes a calentar antes de tocar. Pueden ser sólo 5 o 10 minutos, si es que vas a practicar durante una hora en tu casa, o puede ser de 20 a 30 minutos si eres un músico profesional y previamente a un concierto. Cuando veo a cualquier guitarrista de mis grupos favoritos salir a escena, y de la misma marcarse un solo que te deja “ojiplático”, sé lo que ha estado haciendo los últimos 30 minutos en el camerino.
Hoy te voy a dejar algunos de los ejercicios que he visto que grandes músicos utilizan como calentamiento. Debes realizarlos en cada posición comenzando en un traste de la zona central del mástil (por ejemplo la posición 12), donde los trastes están más juntos y tus dedos deben estirarse menos, y pasando por las 6 cuerdas de forma ascendente y descendente. A continuación se descendiende un traste para comenzar de nuevo, y de forma repetida se recorren el mástil de forma descendente, hasta llegar a la primera posición (o traste 1) para luego de nuevo volver a ascender hasta la poción inicial. Puedes realizar esto con cada secuencia o ejercicio, y pasar a la siguiente. Es aconsejable tocar con un metrónomo a una velocidad lenta, pues así evitamos acelerarnos (lo cuál sería contrapuesto con el objetivo del calentamiento) y sinérgicamente mejoraremos nuestro control rítmico. Los ejercicio los realizaremos mediante pulsaciones continuas de púa y contrapúa, y los realizaremos suavemente, sin apretar mucho las cuerdas con la mano derecha al principio, pero buscando la máxima precisión y pulcritud del sonido.
Los ejercicios 1, 2 y 3 siguen esta pauta, y están basados en la escala cromática.
En el ejercicio 4 se rasguean las 4 cuerdas a la vez, cambiando de digitación y rasgueando de nuevo al ritmo de metrónomo.
En los ejercicios 5, y 6 se pulsan las cuerdas de nuevo con púa y contrapúa, pero esta vez hay saltos de cuerda implicados, que ayudarán a mejorar nuestra técnica de púa.
A continuación os dejo las tablaturas completas listas para imprimir: 16-Calentamiento de dedos
Una vez hayas calentado, ¡ya está listo para rockear!.
Nos vemos en la próxima entrega.
Dr. Van Helsing