Si hay algo que distingue al aficionado a la música rock del aficionado a cualquier otro tipo de música es, entre otras cosas, su obsesión por echarse al oído cualquier grabación de sus artistas favoritos. Y hoy día, gracias a las nuevas tecnologías, tenemos acceso a casi cualquier concierto completo de cualquier artista de manera casi instantánea por arte y gracia de esa gente maravillosa que se pasa conciertos enteros con el móvil grabando el bolo (algo que nunca conseguiré entender).
Pero antiguamente, si querías escuchar a tus artistas favoritos en directo tenías 2 opciones. La primera era esperar a que publicasen uno de esos maravillosos dobles discos en directo que inundaron el panorama rock en los años 70’s y 80’s. La otra opción era agenciarse una grabación pirata hecha normalmente por el técnico de la mesa de mezclas del concierto en cuestión, con una calidad de sonido habitualmente cuestionable, pero donde te asegurabas al menos que estaba 100% libre de retoques, algo que nadie puede confirmar de joyas como “Strangers In The Night” o “Live And Dangerous”.
Debido a mi juventud (en términos rockeros, se entiende, que ya me están saliendo algunas canas) no viví esa época de esa manera. Es cierto que tengo algún disco de “Swinging Pig” y otros míticos sellos piratas en mi colección, adquiridos en mercadillos y en festivales, pero el 99% de los piratas que tengo están en formato mp3, para qué engañarnos. Pero ello no quita para que disfrute de ellos como un enano, aunque seguramente se pierda algo del romanticismo del que sí han disfrutado los más carrozas del lugar.
Quiero con este artículo de presentación introducir una serie de artículos en los que hablaré de algunos conciertos piratas que considero que deben ser puestos en valor y conocimiento del gran público. Porque hay miles de páginas donde se comentan las discografías oficiales de todos los grupos que puedas imaginar, pero no hay nada como un “Live bootleg” para hacerse una idea de lo que puede dar de sí una banda de rock encima de un escenario.
Keep on Rockin’!
Dr. Pretorius