Vamos a seguir descubriendo alguna de las novedades discográficas que más me han gustado de los últimos meses. Si queréis leer el artículo anterior de este mismo tema, pinchad aquí.
DIRTY HONEY – DIRTY HONEY
Receta: verter en una coctelera 5cl de los primeros Aerosmith, 5cl de los Zeppelin más cañeros, 5cl de los Guns N’Roses era Appetite, 5cl de los Black Crowes más centrados en las buenas canciones. Echar unas gotitas de la chulería angelina de Motley Crue, agitar y servir bien caliente.
Parece fácil, verdad? Entonces por qué hay tan pocas bandas que preparen esta receta bien? Quizás porque no sea tan sencillo como parece.
Ya hablamos aquí de Dirty Honey hace más de un año, cuando aún sólo tenían un EP en el mercado. Desde entonces se han ido haciendo más grandes pasito a pasito. Han teloneado a The Black Crowes en el tramo americado de la gira del 30 aniversario del Shake Your Money Maker, van a girar en un tour con doble cabeza de cartel con la banda de Wolfgang Van Halen… y han grabado su primer LP. Apenas 8 canciones donde dan una clara muestra de lo que son capaces de ofrecer estos angelinos.
Hay temas que te llevan a los Guns and Roses o los Aerosmith más bailongos, como Tied Up o Gypsy. Cuando empieza Take My Hand parece que se van a lanzar con una cover del The Ocean de Led Zeppelin. Y suma y sigue. A estas comparaciones con tantos nombres ilustres de la historia del Classic Rock ayuda la sensacional voz de Marc Labelle, que lo mismo te recuerda a Robert Plant en una estrofa como lo hace a Axl Rose o a Chris Robinson en la siguiente. Y que decir de los adictivos riffs de guitarra de John Notto? Si te gusta el rock setentero dale una escucha a este disco, no te vas a arrepentir.
Por ponerle algún pero a este disco, aparte de la escasa duración del mismo (apenas 29 minutos repartidos en 8 canciones), es la excesiva linealidad en casi todas sus canciones. La única que se sale un poco de la fórmula planteada es Another Last Time, más contenida que el resto, lo que hace que el disco sea un poco plano. Pero cuando a estos chicos los coja un buen productor con tiempo y ganas puede hacer maravillas con ellos, porque nos encontramos sin dudas ante una de las bandas más prometedoras de la nueva ola del rock clásico.
Otro pero a poner sería la pobre edición en cd de este disco. Apenas una funda de cartón para guardar el cd, ni libreto ni nada que se le parezca. Una pena que no cuiden más estos detalles para todos aquellos que aún nos gastamos el dinero en comprar música en formatos físicos.
STURGILL SIMPSON – CUTTIN’ GRASS VOL. 1 (THE BUTCHER SHOPPE SESSIONS)
No es que yo sea muy ducho en esto del bluegrass, pero me atrevería a decir que este disco ha puesto a este tradicional estilo en el mapa en los últimos meses. Sturgill ha adaptado canciones de su catálogo al bluegrass más ortodoxo, aportándoles con ello, aunque resulte paradójico, una frescura especial. Normalmente estos estilos tan folk pueden resultar cansinos a partir de la cuarta o quinta canción. Pero tras escuchar las 20 canciones que conforman esta joya acabas con ganas de más. Al menos eso me pasa a mí cada vez que lo pincho.
Tras este doble LP, editado en 2020 (después de que superase su infección por Covid-19), Sturgill Simpson sacó Cuttin’ Grass Vol 2 también en 2020 y un nuevo LP titulado The Ballad Of Dood And Juanita ya en este 2021. Ambos tienen un nivel altísimo, pero en ellos ha seguido el mismo estilo bluegrass que en Cuttin’ Grass Vol 1, por lo que se ha perdido gran parte del factor sorpresa que sí que tenía éste.
Un discazo de uno de los nombres más importantes de la nueva ola del outlaw country.
THUNDER – ALL THE RIGHT NOISES
Cada vez que Thunder saquen un disco va a estar entre lo más destacado del año. Porque todo lo que hacen estos señores tiene un nivel altísimo. Está claro que les va a costar volver a editar algo tan sublime como Blackstreet Symphony o Wonder Days, pero este All The Right Noises no les mira muy de lejos.
Es un disco que suena a Thunder, en primer lugar por la inconfundible voz de Danny Bowes, por la que parece que no pasan los años. Y en segundo lugar por esa forma de componer canciones de rock que suenan a la vez alegres y melancólicas.
Aquí diría que su sonido se ha vuelto algo más extremo de lo habitual. Canciones como Destruction o Don’t Forget To Live Before You Die serán de lo más denso de su discografía. Otras como Going To Sin City o You’re Gonna Be My Girl rezuman buen rollo en cada nota. Pero todo ello sin perder el sello Thunder en ningún momento. Ese sello que escuchamos en canciones como Last One Out Turn Off The Lights o St. George’s Day.
La versión que compré viene con un CD extra con temas «descartados», que de descartes tienen poco, y tomas en directo de los temas que conforman el LP. Recientemente han publicado un pack con estos dos CDs y un DVD en directo, que sabiendo cómo se las gastan estos señores aconsejo encarecidamente.
Keep On Rockin’!
Dr. Pretorius