Recuerdo baste vívidamente la primera vez que vi a Jason Barwick, guitarrista de The Brew, en directo. Pensé que sería muy difícil volver a encontrarme a alguien tan joven con ese sonido y estilo a lo Hendrix tan peculiar. Pues resulta que unos años más tarde me ocurre lo mismo y es con un chico que vive en Arrigorriaga, mi pueblo adoptivo!
Y es que Boogie Riders es un grupo creado para hacer las delicias de todo amante de Hendrix que se precie. Perdón, me corrijo, porque su propuesta camina más bien entre el Hendrix más directo y el Stevie Ray Vaughan más crudo.
Boogie Riders están liderados por Markel Quilós, que pone su voz y guitarra al servicio de este combo. Como ya he dicho, su sonido de guitarra es 100% Hendrix, ese inconfundible sonido hueco de strat enchufada a un rugiente Marshall y con poca más ayuda que un wah-wah para resaltar sus melódicos solos.
Su voz, en cambio, con una pronunciada nasalidad, es más cercana a la Stevie Ray. Por ponerle un pero (rebuscando mucho), tal vez le falte algo de cuerpo, pero no es nada que no se pueda curar con unos cigarros y unos Jack Daniels con cola, Lemmy style!
Su base rítmica, formada por Said Elkhalloufi a la batería y Jorge Buey (antiguo miembro de los Highlights) al bajo, aporta un groove más cercano a la elegancia y a la sobriedad de los Double Trouble de SRV que a la locura psicodélica de la Experience de Hendrix.
Su única entrega discográfica hasta la fecha es el autoeditado “Highway Dagger”, donde tienen cabida 12 canciones propias, y donde se aprecia un gran trabajo en la composición de las mismas. Todos los temas están repletos de contundentes riffs y preciosos licks de guitarra, y se aprecian detalles, tanto en la estructura de los temas como en la ejecución de cada uno de los músicos, que hacen que este plástico gane con las sucesivas escuchas.
Todo el disco posee momentos sublimes, pero quiero resaltar dos especialmente. En primer lugar, el blues clásico “Red Stone Valley”, repleto de licks y fraseos de la escuela de Hubert Sumlin (posiblemente el guitarrista de blues más infravalorado de la historia) traídos a época moderna por la escena de Chicago de los 70’ y 80’ y por el propio SRV. Actualmente la prensa especializada en blues, sobre todo la británica, moja sus bragas con multitud de corremástiles blueseros de ambos lados del atlántico, pero se me ocurren sólo un puñado de nombres capaces de alcanzar la elegancia de la pieza que nos presentan estos tres paisanos nuestros. Bonamassa, Ben Poole, King King y poco más.
También merece ser destacada “Cold Long Day”, que entrará a la primera escucha a todos aquellos que amen los temas más cañeros de Hendrix estilo “Fire”, “Stone Free” o “Foxy Lady”.
No quiero terminar este artículo sin mencionar a Pedro Ortega que, si no me equivoco, ha sido maestro tanto de Markel como de Jorge, así como de miembros de los Highlights, Quaoar, y otros cuantos grupos que están elevando sobremanera la media de calidad del rock bizkaino actual. Gracias, Pedro, por marcarles tan bien el camino a los muchachos!
Keep on Rockin’!
Dr. Pretorius
Fotos cortesía de Bizkaia en Vivo, tomadas durante el concierto de homenaje a SRV del ciclo Izar & Star