Cuando uno empieza a escribir siempre tiene dudas de como comenzarlo, pero cuando ademas te planteas escribir acerca de Black Sabbath todavía es mas complicado. Al final, lo mejor es dejar que las palabras se acomoden lo mejor posible y trataré de contar lo que sucedió.
Aprovechando la recuperación de Tony Iommi y ajustandose a sus periodos de tratamiento, Black Sabbath se embarcó en una nueva gira mundial que en diversas etapas les ha llevado por Norteamérica, Sudamérica, Australia y finalmente aterrizo en Europa.
Aprovechando la alineación de los astros y los vuelos de las compañías de bajo coste conseguimos desplazarnos a ver a Black Sabbath en 2 ubicaciones diferentes: Dortmund en primer lugar y posteriormente a Sheffield.
Una de las primeras cosas que debo añadir respecto a esta decisión es que siempre confías en poder oír distintas canciones si asistes a conciertos en distintas ciudades pero he de decir que el repertorio de Black Sabbath fue el mismo en ambas ciudades y por lo que he leído prácticamente en todos los conciertos que dieron en la gira. Esto es un poco decepcionante para una banda como ellos y con la cantidad de canciones esenciales de las que están repletos sus discos, pero estoy bastante seguro que en ello tiene mucho que ver la condición física de Ozzy.
Las conexiones de vuelo para llegar a Dortmund son múltiples y lo mas sencillo es llegar al Aeropuerto de Dortmund y desde allí desplazarse en transporte público hasta el centro.
El pabellón donde tuvo lugar el concierto fue en el Westfalenhalle que estaba en la zona del estadio de fútbol del Borussia y junto a la Feria de Muestras. El acceso al mismo era sencillo por medio del metro-tranvía que lo comunica.
La entrada y la organización, así como la puntualidad fueron típicamente alemanas.
Otro elemento que debo apuntar respecto a estos conciertos es que los teloneros fueron una banda que nos recuerda completamente a cómo debía sonar Black Sabbath en sus comienzos. Por ello, en ambas ocasiones nos desplazamos al concierto con el tiempo suficiente para poder presenciar la actuación al completo de Uncle Acid And The Deadbeats.
Así qué, una vez dentro del Pabellón y con las gargantas preparadas buscamos el mejor sitio para disfrutar del concierto. Lo primero que debo comentar es que la edad media de la audiencia para estos conciertos delataba que la banda principal no eran unos recién llegados precisamente.
Las pocas palabras que puedo dedicar para describir el concierto de Uncle Acid no bastan para reflejar como disfruté de su concierto. Esta banda de Doom consigue que sus melodías te atrapen completamente, la puesta en escena te hacía parecer que estabas presenciando un concierto de los Black Sabbath de los 70. La estética, el sonido, todo te transportaba a esa época y debió hacerlo también con otra gente porque vi a mucha gente disfrutando del concierto y despedirles con una ovación cerrada!
Esta claro que su disco es una de las revelaciones del 2013 y un descubrimiento inesperado. Esta claro que Lee Dorrian, cantante de Cathedral y mentor del sello Rise Above, tiene un ojo especial para descubrir bandas que darán que hablar. Os dejo como ejemplo a Uncle Acid y a unos muchachos que han saltado la banca de las discográficas en estos momentos tan negros, Ghost.
Las pocos luces que alumbraron a Uncle Acid se difuminaron tras su actuación y un gran telón negro se desplegó tapando completamente el escenario y ocultando el montaje escénico de Black Sabbath. Alrededor de 45 minutos de espera que se hicieron bastante llevaderos y el telón se retiraba de nuevo.
Lo que sentí en ese momento fue que había llegado el momento para presenciar uno de esos conciertos que había soñado toda mi vida.
Comienzo magistral con War Pigs y el público entregado dando palmas a las órdenes de Ozzy, un Ozzy que en Dortmund parecía estar fino vocalmente y que, sin llegar a hacer maravillas vocales, cumplía de manera adecuada con las canciones y cubría nuestras expectativas.
Tras War Pigs, unos aldabonazos de oscuridad con Into The Void, Under the Sun y Snowblind. Tras esta descarga de clásicos, Age Of Reason primera de las 3 canciones del nuevo de disco y que no desentonaron con el repertorio que desplegaron, pero que seguramente para mucha gente fueron la excusa para buscar una cerveza o ir a los baños.
Tras algo nuevo, llegaba el tiempo de algo antiguo y que mejor que la homónima Black Sabbath!! Un logo púrpura difuminado aparecía en las pantallas agitándose con los riffs de Mr. Iommi. Ese fue uno de esos momentos claros de comunión entre la audiencia y la banda que nos transmitía la magia de esa canción. Tras ella, otra ración de clásicos (Behind the Wall of Sleep y N.I.B.) y siguiente tema nuevo (End of The Beginning).
De nuevo otro clásico con un sabor especial dentro de la discografía de Black Sabbath (Fairies Wear Boots) nos devolvía a lo que queríamos, más clásicos en vena.
A continuación llegaba un tema (Rat Salad) que me pide abrir un momento para manifestar mi opinión. Una de las grandes polémicas que han rodeado la reunión de Black Sabbath es la ausencia de Bill Ward por discrepancias económicas (o al menos así lo han reflejado los medios) pero la verdad es que el sustituto que buscaron (Tommy Clufetos, batería de Ozzy y anteriormente de Rob Zombie) demostró que podía cumplir perfectamente con el papel destinado para él. Su golpeo durante todo el concierto fue demoledor y seguramente no transmitía lo mismo que hubiese sido con Bill, pero he de decir que la base rítmica demostró ser un engranaje perfecto.
Por ello es digno de destacar el solo de batería que realizó durante Rat Salad; hacía tiempo que no veía un sólo de batería que me entretuviese tanto (tal vez desde el que vi a Mike Mangini con Dream Theater en el 2011). Todos sabemos que el sólo de batería es la excusa para que el grupo descanse a mitad del concierto y evitar un parada en el mismo, pero generalmente se convierte en un momento aburrido y tedioso en el que lo único que piensas es cuando se va a terminar. Este no fue el caso.
La banda volvió a escena y continuaron como si nada hubiese pasado terminando Rat Salad con una gran ovación del público.
A continuación otra grandiosa elección con Iron Man nos hacía volar y disfrutar como niños del concierto y seguidamente God is Dead? terminaba la representación del último disco.
Una curiosa elección para mí fue tocar Dirty Women que desplazó en mi opinión otras canciones que hubiese preferido pero no había lugar a la queja porque la oscura Children Of The Grave cerraba la noche. Gritos, silbidos y en 5 minutos volvieron a aparecer para el ineludible e inexcusable bis que representa Paranoid.
Gran cierre de la noche y 2 horas de concierto para un grupo de ancianos que demostraron a los jóvenes que se puede tocar 2 horas y no esas raquítica hora o hora y diez minutos de concierto en que se han convertido últimamente con los grupos nuevos.
Como conclusión de lo visto he de decir que tenía dudas sobre cómo podría soportar Tony Iommi durante su proceso de recuperación el concierto, pero no fue Tony sino Ozzy el que da una imagen más débil físicamente. A Ozzy hay que añadirle que, a nivel vocal, uno puede encontrarse un concierto decente o bueno como el que presenciamos o uno peor como el de Sheffield con lo que es una lotería a la que tienes que jugar. En el caso de Sheffield, el comienzo de Ozzy fue terrible y hasta que no pasaron 3-4 canciones no cogió un tono aceptable a nivel vocal.
En Dortmund, el nivel fue bueno durante todo el concierto y hizo que, bajo mi punto de vista, fuese un concierto mucho mejor.
Espero que haya conseguido transmitir parte de la emoción que sentí al presenciar estos conciertos, y me gustaría recomendar la experiencia de verlos en directo este verano cuando vuelvan a pasar por Europa o por otra zona del mundo.
Repertorio:
War Pigs
Into the Void
Under the Sun/Every Day Comes and Goes
Snowblind
Age of Reason
Black Sabbath
Behind the Wall of Sleep
N.I.B.
End of the Beginning
Fairies Wear Boots
Rat Salad (y Solo de Bateria)
Iron Man
God Is Dead?
Dirty Women
Children of the Grave
Bis:
Paranoid