Parecía que no llegaría el día de volver al templo, al lugar, al emplazamiento donde una y otra vez he disfrutado de conciertos de grandes momentos de la buena amistad, de gran compañía.
Pero ese día volvió mi vida y pude o pudimos disfrutar todos los presentes de la edición número 20 del Azkena Rock, he de decir que he estado allí en 18 ocasiones y esta ha sido un poco más especial.
Como siempre no defraudo nada allí, la idea de los últimos años 3 escenario en los sin parar se descargan decibelios de sonido y watios de luz, todo esto funcionado a la perfección, la zona habilitada a comida en la que se podía disfrutar de bocatas, Sándwich, hamburguesas, entre otras muchas ofertas más.
Es interesante decir que toda la zona de baños tenían un limpieza continua y en todo momento se limpiaban,
Una de las cosas que si este año ha resultado distinta al resto es que todo se pagaba mediante NFC, en la pulsera del festival estaba un placa con este sistema y era el que se usaba en todo el recinto, esto anteriormente también estaba, pero en algunos de los puesto o merchán se podía usar el dinero en metálico, este año el 100% era mediante la electrónica, decir que es un sistema como y muy fluido.
Me sorprendió que en el puesto de las entradas del próximo año había mucha actividad.
Decir que el festival estuvo genial, que en una zona de vitoria que pusieron en el suelo unas estrellas al más puro estilo Hollywood, con el nombre de algunas de las bandas que ha participado en el festival, había un escultura con las llamas del ARF y la fecha de la edición número 20.
Si todavía no conoces el festival no sé a qué esperas para ir.
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